sábado, 25 de agosto de 2007

“Dime como evalúas y te diré que tipo de profesional y de persona eres”


Mas de alguno de mis compañeros, en donde me incluyo, pensó que una evaluación y una calificación eran exactamente lo mismo. Hoy, puedo definir evaluación como un proceso que mide el logro de los aprendizajes del alumno, o por lo menos lo que se debería hacer. De acuerdo, a la definición dada por Santos Guerra (2001) él considera que “la evaluación no se utiliza como un instrumento de aprendizaje para el que enseña, sino como un simple modo de comprobación del esfuerzo realizado por el que aprende”, en otras palabras, dice que el docente se debería preocupar del conocimiento adquirido por el estudiante y no por la calificación que refleja ese aprendizaje. El término calificación es muy utilizado para obtener una apreciación del rendimiento del alumno, no así de su avance en cuanto a conocimientos, un pensamiento totalmente equivocado seria pensar que la calificación representa enteramente el aprendizaje del estudiante, ya que un buen docente será aquel capaz de entregar ese saber sabio a sus estudiantes y mientras eso no este reflejado en su forma de aprender, su calificación dará a conocer la falla proporcionada por dicho docente.
En ocasiones el docente se ve intimidado por la institución educativa a la cuál pertenece, ya que le exigen evaluar de una forma determinada, totalmente contraria a su metodología evaluativa, causa por la cual muchos estudiantes bajan su rendimiento o bien no lo logran superar.
Un claro ejemplo es el de mi curso cuando estaba en la enseñanza media, el profesor de Historia y Geografía tenía una forma de evaluar muy buena para nosotros, no así para el rector. Este profesor nos daba actividades o tareas dentro de las horas de clases en donde por cada una de estas tareas echas nos daba una décimas, las cuales eran acumulables para subir la nota de la prueba correspondiente a la unidad que estaba pasando, así todos podíamos obtener una notita mejor a la que nos habíamos sacado. Todo esto, hasta que el rector obligó!!! al profesor a solo tomar las pruebas correspondientes sin gozo de subir la nota por alguna actividad realizada; la mayoría de nosotros siguió con su promedio arriba de 6.5 no así, algunos de mis compañeros que se vieron perjudicados por la nueva forma de evaluar, si bien la antigua forma que tenia el profesor nos ayudaba a subir la nota, también nos ayudaba a aprender más..
Una vez obtenido el rendimiento general del curso, se vió que una parte de el estaba mal, lo que llevó a determinar que esos alumnos eran flojos, no tenían motivación e incluso que no poseían interés por la asignatura, pero la pregunta que el profesor no se hizo, era si esos alumnos entendían la nueva forma de entregar los contenidos… o que simplemente eran alumnos a los cuales les costaba mas aprender historia…
De acuerdo a estas interrogantes que el profesor debería haberse planteado, él debería haber buscado una forma de evaluar en donde esos alumnos no se hubiesen visto tan perjudicados en cuando a un déficit de conocimientos, debería haberse preocupado de estimular al estudiante por su asignatura o simplemente buscar métodos mas prácticos para aprender.
Según el texto proporcionado por la profesora Maria Castañeda, del autor Santos Guerra “Dime como evalúas y te diré que tipo de profesional y de persona eres” (2003); en lo personal, este autor me da a entender la verdadera desigualdad que existe en la forma de evaluar de los docentes, como por ejemplo, un profesor que realiza clases en dos colegios diferentes, diferentes en cuanto a situación económica, en uno ( el con mayor recursos) se le exigirá un nivel alto de rendimiento de sus alumnos, mientras que en el otro ( el de bajos recursos) a lo mejor no se le exigirá tanto, pero tenderá a enseñar el mínimo de contenidos.
Es aquí donde cada profesor debería poseer una rúbrica para realizar sus pruebas, así no existiría tanta desigualdad de educación…
Santos Guerra nos proporciona en este texto las características de una evaluación tradicional la cuál todavía se rige en el sistema de educativo, algo que deberíamos cambiar, deberíamos comprometernos en equipo y trabajar con nuestros estudiantes para reflexionar acerca de nuestro actuar como docentes y el actuar de los mismos estudiantes, para así quien sabe lograr reconocer nuestros propios errores…